RN 40 – Quilmes, Amaicha del Valle – El Infiernillo – Menhires y Tafí del Valle, selva de Yungas.
Transitamos la RN 40 en sentido sur, atravesando los viñedos y los diferentes pueblos del Valle Calchaquí: Tolombón, Colalao del Valle. Ya en la Provincia de Tucumán, descubriremos juntos unos de los mayores sitios arqueológicos de Argentina: la Ciudad Sagrada de Quilmes.
Luego, Amaicha del Valle, territorio comunitario y hogar de la primera Bodega Comunitaria de Sudámerica: Bodega Los Amaicha.
Ahora es la RP 307 la que nos invita ascender hacia las Cumbres Calchaquíes en busca de los 3000m de El Infiernillo, desde donde se obtienen magníficas vistas del Valle de Tafí. En la localidad de Tafí del Valle, villa veraniega por excelencia de los tucumanos podremos recorrer su calle principal donde tendremos la oportunidad de probar el delicioso y ancestral Queso de Tafí.
En El Mollar visitaremos el Museo a Cielo Abierto de los Menhires, mudos testigos del paso del tiempo que nos permitirá conocer cómo era la vida de los cazadores recolectores, los primeros habitantes del valle, hace más de 18.000 años (baños disponibles).
En descenso hacia Tucumán atravesaremos las yungas, un ambiente natural de un verde inigualable, lleno de vida y diversidad.
Antes de llegar a San Miguel de Tucumán, acompañarán el paisaje los cañaverales y las plantaciones de limón.
La mítica Ruta Nacional 40 recorre el Valle Calchaquí longitudinalmente, y la recorremos de Norte a Sur acompañados de viñedos y del Río Santa María, que curiosamente, en este tramo lleva sus aguas de Sur a Norte. Atravesamos poblados de la época colonial asentados sobre poblaciones originalmente calchaquíes como Tolombón, Colalao del Valle y El Bañado.
La Ciudad Sagrada de Quilmes se recuesta sobre la falda oriental del Cerro del Rey, en la Sierra del Cajón, que forma parte de la pre cordillera de Los Andes. Al avanzar por la RP 307 se advierten las reconstrucciones de la zona defensiva, rematada por una fortaleza situada en la cima y dos fortines a ambos costados. Luego de visitar el Centro de Interpretación Quilmes, recorremos a pie lo que fuera el último bastión de la resistencia aborigen ante el avance español. 130 años de lucha forjaron a las ultimas generaciones de una estirpe guerrera, respetuosos de la naturaleza que los rodeaba y dignos ante sus pares.
Recorremos brevemente Amaicha del Valle, uno de los poblados originarios calchaquíes que hoy en día mantienen una organización institucional de gobierno, regidos por el Cacique y el Concejo de Ancianos. Visitamos la Bodega Los Amaicha, un proyecto comunitario que inspirará al visitante.
Trichocereus pasacana es el nombre científico para esta especie que evolucionó durante millones de años para adaptarse a esta geografía y a este clima, escasos de agua: el cardón. Admiramos el pasiaje desértico de las alturas del Valle Calchaquí.
La RP 307 asciende a los Valles Calchaquíes en pronunciado zigzag hasta el Abra del Infiernillo, a 3.042m. Breve parada para admirar las vistas inigualables del valle.
Visitamos la pintoresca localidad de Tafí del Valle, cuyo pasado más reciente está ligado a la Compañía de Jesús. Villa veraniega por excelencia de tucumanos y santiagueños, deslumbra con su entorno paisajístico: El Ñuñorco, el Carapunco y el Muñoz rodean en altura a este valle intermontano. Cuánta razón tuvieron los quechuas en llamarlo taktillakta "pueblo de entrada espléndida".
Llegamos a El Mollar para visitar el Parque de Los Menhires. Mudos testigos del paso del tiempo, estas estructuras monolíticas cuentan la apasionante historia del paso del nomadismo al sedentarismo. Cómo fue el largo camino recorrido por los primeros pueblos originarios en ese pasaje de ser cazadores recolectores, hasta llegar a ser agricultores sedentarios establecidos en poblaciones organizadas.
La Ruta Provincial 307 desciende hacia el llano. El camino se interna en la Reserva Natural Quebrada de Los Sosa y nos detenemos en el monumento “El Indio”. La exuberante vegetación permite percibir la biodiversidad de la yunga en su máxima expresión: árboles, arbustos, helechos, enredaderas, bromelias y orquídeas conforman la selva tupida de un verde intenso, que sirve de hogar a cientos de especies de aves, anfibios, pequeños mamíferos e innumerable cantidad de insectos. Aprendemos de las características particulares de los diferentes ambientes de las yungas.
